miércoles, 27 de febrero de 2013

L.

Heme entre dos esquinas
Con Sirius tras mi gluteo
Maldiciendo un roedor
Nombre 5, Sistema Operativo

De un sentir inexistente
Tijeras largas y plateadas
Sersenan y cortan los lazos

Caigo de bruces en sorpresa
He tropezado con las nubes

En serio detesto a los conejos




miércoles, 20 de febrero de 2013

Oda a los de mi calaña.

De la punta de la lengua
Empieza su universo
Del néctar que éste emana
Surge aquello que está por ser

Una realidad, él retrata
Con imágenes la adorna,
con su léxico él refina
Opiniones que contaminan

Su pluma fina y afilada
Una hoja virgen desgarra
Con todo esto la marca

Una sonrisa su rostro esbosa
El ser tornado en escritor
Al crear textos de la nada




lunes, 18 de febrero de 2013

Yo nunca vi al dinosaurio.

1 Quizá,
1 Tú,
2 ¿Me amas?
3 Supuse que no
5 Y mi suposición fue correcta
8 ¿Qué otra cosa más podía esperar de ti?
4 Pero, ya no más
3 Yo no quiero
7 No pienso en volver a caer contigo,
1 Nunca
8 ¿A quién engaño con éstas tristes, viles mentiras?
9 Ni a mi mismo logro convencer, en verdad patético
8 Y aún así no hago un gran intento
8 Me gusta ésta mala vida, atado a ti.
7 Me gusta más de lo que debería
6 Me gustas tú y es verdad
4 Por eso, digo seguro:
1 Yo
5 En verdad te amo demasiado.

PD Sólo por si no notaron y para vanagloriarme, lo escribí siguiendo una pseudo secuencia Fibonacci .

jueves, 14 de febrero de 2013

De mi para tu ausencia.


Al principio escribía para ti en cuadernos de corte italiano, con tantas palabras como tan poco sentido, dolor y miseria bien resumidos. Conforme crecí mis cuadernos conmigo, de italiano a profesional con un poco más de sentido. Acto seguido una regresión, el rayado y los cuadros se tornaron en cifrado, 5 líneas enunciado todos mis postulados, melodías imaginarias, bemoles y sostenidos.

Años pasaron en que no te acaricié con mis palabras, hasta que la Luna una vez más mis deseos de escribir vislumbrara. Deje atrás mis cuadernos, los resguarde al fuego, fue lo más prudente de acuerdo a las voces. Te abandone y contigo a todas las dedicatorias predestinadas en mis versos, mis escritos; me dispuse a escribir para cualquiera que a leer dispuesto estuviera, cabe decir que seguía sin tener a quién dedicar lo que hacia, hasta que un día llegaron mis musas: Una pantera, un jilguerillo, una aviadora, una princesa, una ballerina y hasta la nada. Excepto Pantera, todas mis palabras encontraron repulsivas y me abandonaron, quedé sólo a mi suerte, sin inspiración, en otras palabras, cual escritor encarando a la muerte.

Entonces, heme aquí, escribiéndole a tu ausencia, saboreando mi miseria... anhelando una nueva musa.

sábado, 2 de febrero de 2013

Isanghe.

Deprimido, casi muerto de cansancio y vencido, son los tres mejores adjetivos que podrían venir en mente a cualquier persona, si tan solo pudieran ver a la atormentada alma del miserable alquimista sentado en su escritorio aquella triste noche sin Luna. Para él las sorpresas del mundo habían cesado, su ciencia lo había despojado de la maravillosa maldición que el hombre había bautizado como duda, no había misterio alguno que no pudiera ser vislumbrado por su saber y esto le hacía miserable; la vida había perdido sentido, con todas las respuestas en mano, no habría preguntas y sin preguntas ¿Qué quedaría por pensar? Nada... y si no hay en que pensar, no hay nada porqué existir.

-Sigo aquí- se decía a sí mismo, esperando el momento para desaparecer, anhelando arder, esperando a algo acontecer, pero nada, todo estaba como siempre. -Sigo aquí...-.

Los días pasaron y el alquimista no desaparecía, no dejaba de existir, cada día era tormento, ¿Cómo puede existir alguien sin razón? solo en agonía.

viernes, 1 de febrero de 2013

La niña azul.

Había una vez, en una de esas muchas veces, una niña que era azul. Cuentan las bocas de ajenos y las leyendas diversas que en lugar de un nombre, un palíndromo se cargaba y que en lugar de palabras, como la mayoría de las protagonistas de cuentos, ella estaba hecha puros sentimientos.

La niña azul era una niña rara y contradictoria, no temía a las nimiedades que otras niñas usualmente temen, como bichos y arañas, sin embargo había otras cosas a las que temía, una de ellas era su cumpleaños.

De entre todas las Lunas que la niña había prescenciado las últimas 5840 la habían marcado de manera especial, la niña creía que al avanzar el tiempo y adicionar un año más a su vida, ella perdería esas 5840 Lunas que tanto tiempo la habían acompañado, que la habían cobijado.

El temido día llegó y aunque, no salió tan bien cómo hubiera sido deseado, la niña azul descubrió que nada había que temer al paso del tiempo, que con música, globos y pastel, uno podía ignorar fácilmente el susto de perder sus Lunas, que aunque la gente olvidará detalles pequeños, no todo era tan malo.

Y así fue como la niña azul se tornó de 17 y le escribieron un cuento no tan padre como se merece para su cumple.

FELIZ CUMPLEAÑOS ANAID.