miércoles, 30 de enero de 2013

Odio mi clase de física II

El viento es amable y acaricia mi rostro, su sonido me arrulla al igual que los murmullos de mis alrededores, que al igual que yo, ignoran la calmada y grave voz de mi profesor de física. Protones, electrones, conservación de la carga, tanto sentido por su parte y tanta falta de atención de la mía, después de todo, tengo mejores cosas que hacer, como relatar mi aburrido día para entretenerme.

-¿Tenemos tarea?- me pregunta Ana torciendo el cuello para voltear, -Según yo, no, por otro lado, no creo que sea lo más prudente preguntarme, supongo deberías preguntarle a alguien que se preocupe por esas cosas- ella ríe asintiendo y regresa a aquello que estaba haciendo. Supongo que me debería de preocupar por la escuela, por otro lado, la mayoría de mis conjeturas nunca me llevan a nada bueno.

¡Ah! mis conjeturas, siempre con ese hábito maldito de refutar mis hipótesis.

Genaro, otro compañero, voltea y me pide ayuda con un problema de cálculo, tardo en poder resolverlo, luego regreso a escribir y notó que mi poca inspiración se cortó y me digo a mi mismo, ¡Carajo! vaya que la escuela tiene una facilidad para despojarme de lo poco artístico que queda en mi cerebro.

martes, 29 de enero de 2013

lunes, 28 de enero de 2013

Ciao.

El Sol me daba en la cara, delineaba tu silueta, cegaba tus detalles deslumbrándome. Cordialmente nos saludamos, entre cortesías y costumbres dejaste asomar tu indiferencia. 

Ya no eras tú, no eras el la versión de ti de la que me había enamorado, tú estabas ahí, más fuerte, más segura, simplemente había "más ti de tú". No, no era eso, tú no cambiaste, yo lo hice, yo era una versión diferente de quién se había enamorado de ti en ese entonces.

Me despedí de ti con un amable roce de mi mejilla en la tuya y te vi partir, observe tu andar perdido y desorientado mientras te alejabas, no de dónde me encontraba, sino de mi vida.

Sé que quien regresaría no serías tú.
Pero igual querré a aquella desconocida.