sábado, 12 de mayo de 2012

Sobre escritores y demas.

Supongo que somos miserables los escritores, asi es, me atrevo a llamarme escritor. Porque digo que somos miserables? Puede que me proyecte, estoy seguro que lo estoy haciendo, pero, nunca he escrito de cuan feliz estoy o al menos no lo he hecho a menudo... y creo que jamas he leído ningún escrito de cuan feliz estaba alguien, o al menos si lo he hecho, no lo recuerdo.


Ahora, tomando en cuenta que un escritor escribe sobre cuan feliz es, no es esto triste, a caso? Que escriba sobre su felicidad en lugar de vivirla, que se sumerja a otro mundo abandonando este,  que entre al mundo de las palabras y lo no tangible?


Yo creo que si, que es triste.


Después de todo, vivimos gran parte de nuestra vida relatandola por partes, en lugar de vivirla, pero, Que tal si escribir nos hace felices? Si escribimos de miseria, pero eso nos hace felices, realmente somos miserables? Realmente somos escritores?


Que somos nosotros si no una continua contradicción? El vaiven del Ying y el Yang, el orden de la redacción, en el caos del relato, la mentira plasmada, la verdad disfrazada, el sentimiento en palabra, la metafora encarnada...


No lo se...
Tu sabes?
Ojala supieras
Si no, entonces, Quien sabria?


Lo único que se es que aquellos que escribimos, queremos ser leídos, tal vez para dejar huella, tal vez porque si, tal vez nunca hemos pensado en nosotros, tal vez me sigo proyectando, tal vez...


Tal vez no soy yo
Tal vez eres tu
Tal vez somos nosotros


Tal vez tu y yo somos nosotros,
Tal vez nosotros, no somos tu y yo
Tal vez tu y yo no somos,


Tal vez tu eres yo,


O tal vez solo soy tu,
leyendome en voz alta




Tal vez...

Estoy despedido.

Querida Luna:


Se que eche a perder las cosas entre nosotros, se que al ser yo no puedo mantener nada bajo control, no puedo controlarme ni siquiera a mi mismo, se que las disculpas están de mas y que nuestro juego infinito, pues, dejo de ser lo que era, ya no es juego, y ya que me encuentro escribiéndote esto, mucho menos es infinito.


Por donde puedo empezar? quizá por el principio, he de confesarte que sin ti no seria quien soy, que de no ser por ti no estaría escribiendo, que jamas habría escrito, que tu le diste vuelo a mis ideas, me hiciste tomar confianza en mi, me hiciste creer que podía ayudar, que estaba en camino de poder mejorar, que las cosas cambiarían, un nuevo mundo, joven, no conocido, no invadido por la toxicidad de mis manos...


Cuando te vi jamas me cruzo por la mente ser tu amigo, hasta mucho después me vino esa idea, la mitad de nuestra relación, si es que en verdad existió, se basaba en eso, mi naturaleza ególatra como de costumbre, queriendo hacerte una conmigo. Mi curiosidad como siempre llevándome a lugares que no deben ser visitados, y entre todas esas confusas ideas, madrugadas perdidas, llanto en tu rostro y el mio, separados uno del otro, cobijados por un mismo cielo, me dejaste entrar, a cambio, como era de esperarse, también te permiti ver una de mis facetas, no se si la verdadera, ya les he perdido cuenta...


Una vez dentro, temí por ti, temí por mi, no podía creer que tanta miseria pudiera existir disfrazada de tal manera, como dulzura, tanto odio y tanto dolor, como apatía, temí por ambos y huí. Luego, durante mi huida, regrese y me fije la meta de poder ayudarte, comienzo a dudar mis motivos, o si alguna vez siquiera necesitaste mi ayuda.


El tiempo hizo lo suyo poco a poco entre cada palabra que intercambiábamos me volvía tu amigo, la fijación dejo de ser eso y puedo decir incluso que llegue a sentir algo muy parecido a aquello que la gente llama amor, curiosamente, tu empezaste a contarme sobre el amor, de alguien mas, pero aun así, amor. Desee tu felicidad y espere tomaras la desciño correcta, parece que lo hiciste.


Cuando menos lo espere, la distancia dejo de ser un factor que nos separara, por fin, pude observarte bien, en persona, mi instinto tracionandome, hizo que comenzara a mentirte de nuevo...


Comencé a escribir como tu me habías mostrado, sobre ti, sobre como me hacías sentir, me habías invadido, habías tomado todo aspecto de mi vida, ya no podía escribir, pensar, tocar, nada que no fuera algo que llevara a ti.


Poco a poco aullentaste a la imagen tuya en mi cabeza con tu verdadera presencia, empezaste a estar ahí para mi en momentos de crisis, momentos que no muchos han visto, cuando comencé a ver cosas que los demás no veían, o escuchar cosas que nunca sonaron, te volviste mas que mi amiga, mi consejera, mi guia, mi Luna.


Nos íbamos acercando mas, crecimos, tu mas que yo, yo? sigo siendo el inmaduro chiquillo que siempre seré, tu? creciste a una mejor persona, te desligaste de todo aquello que te ataba al dolor, a lo malo, te desligaste de mi, me alegra que lo hayas hecho, aunque tu partida me haga armar dramas dignos de una mala telenovela.


Pero como todo lo bueno en esta vida, lo eche a perder, viole tu confianza, no una, sino dos veces, por que? Olvide los motivos, siempre los olvido, mi naturaleza me traiciona y en su defecto a aquellos que en mi confían... perdón por eso.


Y quedandome nada mas que decir te deseo lo mejor, espero logres aquello que te has propuesto, espero tengas esa paz que compartíamos como sueño, espero algún día poder voltear a esto como un recuerdo de otro de mis berrinches a la mitad de una taza de café... pero por otro lado, yo siempre he esperado muchas cosas...


Con todo el amor que te he tenido 

El idiota que echo a perder las cosas.


PD: Dudo que llegues a leer esto.
PD2: Si no eres Luna, gracias por leer, me hacia falta un oido, o en este caso, ojos comprensivos.
PD3: Gracias, seas, o no seas Luna.