De la punta de la lengua
Empieza su universo
Del néctar que éste emana
Surge aquello que está por ser
Una realidad, él retrata
Con imágenes la adorna,
con su léxico él refina
Opiniones que contaminan
Su pluma fina y afilada
Una hoja virgen desgarra
Con todo esto la marca
Una sonrisa su rostro esbosa
El ser tornado en escritor
Al crear textos de la nada
miércoles, 20 de febrero de 2013
lunes, 18 de febrero de 2013
Yo nunca vi al dinosaurio.
1 Quizá,
1 Tú,
2 ¿Me amas?
3 Supuse que no
5 Y mi suposición fue correcta
8 ¿Qué otra cosa más podía esperar de ti?
4 Pero, ya no más
3 Yo no quiero
7 No pienso en volver a caer contigo,
1 Nunca
8 ¿A quién engaño con éstas tristes, viles mentiras?
9 Ni a mi mismo logro convencer, en verdad patético
8 Y aún así no hago un gran intento
8 Me gusta ésta mala vida, atado a ti.
7 Me gusta más de lo que debería
6 Me gustas tú y es verdad
4 Por eso, digo seguro:
1 Yo
5 En verdad te amo demasiado.
PD Sólo por si no notaron y para vanagloriarme, lo escribí siguiendo una pseudo secuencia Fibonacci .
1 Tú,
2 ¿Me amas?
3 Supuse que no
5 Y mi suposición fue correcta
8 ¿Qué otra cosa más podía esperar de ti?
4 Pero, ya no más
3 Yo no quiero
7 No pienso en volver a caer contigo,
1 Nunca
8 ¿A quién engaño con éstas tristes, viles mentiras?
9 Ni a mi mismo logro convencer, en verdad patético
8 Y aún así no hago un gran intento
8 Me gusta ésta mala vida, atado a ti.
7 Me gusta más de lo que debería
6 Me gustas tú y es verdad
4 Por eso, digo seguro:
1 Yo
5 En verdad te amo demasiado.
PD Sólo por si no notaron y para vanagloriarme, lo escribí siguiendo una pseudo secuencia Fibonacci .
jueves, 14 de febrero de 2013
De mi para tu ausencia.
Al principio escribía para ti en cuadernos de corte
italiano, con tantas palabras como tan poco sentido, dolor y miseria bien
resumidos. Conforme crecí mis cuadernos conmigo, de italiano a profesional con
un poco más de sentido. Acto seguido una regresión, el rayado y los cuadros se
tornaron en cifrado, 5 líneas enunciado todos mis postulados, melodías
imaginarias, bemoles y sostenidos.
Años pasaron en que no te acaricié con mis palabras, hasta
que la Luna una vez más mis deseos de escribir vislumbrara. Deje atrás mis
cuadernos, los resguarde al fuego, fue lo más prudente de acuerdo a las voces.
Te abandone y contigo a todas las dedicatorias predestinadas en mis versos, mis
escritos; me dispuse a escribir para cualquiera que a leer dispuesto estuviera,
cabe decir que seguía sin tener a quién dedicar lo que hacia, hasta que un día
llegaron mis musas: Una pantera, un jilguerillo, una aviadora, una princesa,
una ballerina y hasta la nada. Excepto Pantera, todas mis palabras encontraron
repulsivas y me abandonaron, quedé sólo a mi suerte, sin inspiración, en otras
palabras, cual escritor encarando a la muerte.
Entonces, heme aquí, escribiéndole a tu ausencia, saboreando
mi miseria... anhelando una nueva musa.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)